Explorando el aprendizaje por competencias, un método completamente nuevo para mí, experimenté un impacto significativo en mi proceso educativo. Inicialmente, me sentí abrumada, sin entender bien cómo abordarlo. La gran lección que obtuve fue que no hay respuestas correctas o incorrectas; todo se trata de desarrollar habilidades, un proceso que mejora con la práctica continua.

En el ámbito virtual, cada actividad se abordaba consultando la planificación didáctica en la plataforma del docente y explorando diversos recursos, desde libros hasta videos.

 

Las competencias se fueron desarrollando a lo largo del ciclo mediante el esfuerzo, la atención a las explicaciones, la comprensión de las instrucciones y la investigación. Filtrar y sintetizar la información correctamente fue clave en cada actividad, resaltando la importancia de estas habilidades en el proceso de aprendizaje.

En el ámbito de la mercadotecnia, entendí que dirigir las actividades de una organización implica planificación, organización, dirección, control y supervisión. Este conocimiento se afianzó mediante el uso de diversas herramientas desarrolladas con el tiempo.

 

Aunque he avanzado, reconocer la confusión en la correcta aplicación del formato APA, tanto en texto como en citas, destaca como un área de mejora. Considero crucial perfeccionar esta habilidad para su aplicación efectiva en las investigaciones futuras.

 

En cuanto a la mercadotecnia, aprendí que es un campo en constante evolución. Cada característica de una organización se convierte en un componente a considerar para desarrollar y mejorar sus actividades.

En conclusión, el uso de un Portafolio de Evidencias Virtual fortalece el autoaprendizaje al permitir la gestión personal del tiempo y la organización. Al estar en formato digital, este portafolio se convierte en una herramienta duradera y accesible, actuando como referencia o guía en futuros proyectos.